MENSAJE 2015
El sábado 11 de julio del presente año, tuvimos nuestra
ceremonia anual de graduación 2015, en la cual se entregaron a la sociedad
tecomense y a nuestra Patria, a 110 nuevos egresados de nuestra Institución
Educativa, entre Bachilleres, Bachilleres Técnicos y Licenciados en:
Enfermería, Derecho, Contaduría Pública y Administración de Empresas
Turísticas.
La solemne ceremonia, se llevó a cabo en las instalaciones
de la Casa de la Cultura de Tecomán, donde se dieron cita más de 600 personas y
muchas más que quedaron fuera del recinto, que resultó insuficiente para
albergar a tal número de personas.
Sin embargo, la Ceremonia transcurrió de manera calurosa y
con la presencia de honorables autoridades de Educación, Salud en el Estado y
con la honrosa presencia del Presidente Municipal de Tecomán, Ing. Héctor Raúl
Vázquez Montes.
Bajo la conducción del Prof. Rafael Llerenas Virgen,
Subdirector y coordinador del área de ciencias de la salud de nuestro
Instituto, se rindieron honores a nuestro lábaro Patrio, se presentaron a las
H. Autoridades y se entregaron documentos a los alumnos graduandos, destacando
la valiosa colaboración del Lic. Estevan Martínez, quien tuvo a su cargo las
intervenciones musicales en base a su saxofón melódico.
El Director General del Instituto, Mtro. en Educación Mario
López Barreto, dirigió un emotivo mensaje a todos los alumnos graduandos, el
cual se transcribe íntegro:
"Curiosa es nuestra situación como seres en la tierra.
Nacemos y no sabemos con qué fin, aunque a veces creemos presentirlo. Ante la
vida cotidiana no es necesario reflexionar demasiado: “ESTAMOS PARA SERVIR A
LOS DEMÁS” Sobre todo, a aquellos de cuya sonrisa y bienestar depende nuestra
felicidad, pero también a tantos desconocidos a cuyo destino nos vincula la
simpatía por el hecho de ser seres humanos"
Luis Felipe Zapata
Con el permiso de los miembros de la mesa de honor, voy a
dirigirme a todos ustedes, pero en especial a los alumnos miembros de esta
nueva generación de bachilleres y licenciados en las diferentes carreras que
nuestro Instituto, con la autorización de la Secretaría de Educación en nuestro
Estado, pone al servicio de la juventud y de nuestra sociedad.
Estoy seguro, que apenas siendo unos niños, empezaron a
forjar sus propias historias de vida, creo que hasta se divirtieron al imaginar
su futuro, pero lo que siempre supieron, era que querían llegar alto; y es que
si pudieron ver más allá de aquél presente, es porque siempre estuvieron
tomados de la mano de gigantes. En ese entonces eran las de sus padres, pero a
su paso por la vida, han encontrado muchas más. Hoy, esas manos son las propias
que se han extendido hacia esas personas a las que han servido, las de sus
maestros, las de sus mejores amigos y compañeros, casi hermanos, a quienes
deben reconocer por todo aquello que aportaron para hacer realidad este
momento.
Este ha sido un viaje cargado de enseñanzas. Iniciaron sus
estudios y se forjaron un plan. Muchos, y a ustedes les consta, no pudieron
llegar a este momento, desertaron, tal vez porque descubrieron otros caminos
para ubicarse en la vida; otros, tal vez desistieron por sentir la carga
pesada, a otros no les agradó el sacrificio, otro más, por haberse adelantado
en la partida hacia nuestro creador; me refiero a JONHATAN JASSIEL SANDOVAL
GONZÁLEZ, quien nos espera disfrutando la presencia de Dios, donde no habrá más
sacrificios ni penas por sufrir.
Ustedes hicieron que hacer lo que siempre se había hecho,
pero también hicieron cosas que nadie antes se había atrevido. Desafiaron la
tradición apostando por el progreso y la tecnología reinventándose cada día,
incluso a ustedes mismos.
Sería imposible encerrar en tan pocas líneas todas las cosas
por las que han tenido que pasar, para que las historias de todos ustedes, hoy
alcancen un final feliz. Pero este logro no es únicamente propio, aprovechando
que muchos de los asistentes a esta ceremonia tan especial, tienen cierta
injerencia en ello, es preciso que ustedes les hagan saber cuán agradecidos
están con ellos por las razones que ustedes saben y que son dignas de reconocer
públicamente.
Agradezcan a Dios, antes que a nadie, por la vida y la
oportunidad de forjarla, a sus maestros, porque de cada uno se llevan algo. Con
algunos aprendieron a pesar de ellos y de ustedes mismos, sin duda los
obligaron a ser fuertes y a sortear magistralmente las adversidades. Otros; más
que sólo maestros, fueron verdaderos padres y guías y con su ejemplo fueron
inspiración, son amigos que más allá de su labor docente les enseñaron a vivir.
Den gracias a sus familias por su apoyo, su amor y paciencia; gracias a sus padres por su
aliento y desaliento, por su tiempo invertido, pero sobre todo por sus
sacrificios. Gracias por perdonar sus ausencias, por su espera sin preguntas,
por su comprensión ante su indudable malhumor y fatiga crónica, por permitirles
esos períodos de sueño prolongados después de una semana difícil. Estoy seguro
que ahora, ellos se sentirán orgullosos de ustedes.
Den gracias a sus amigos. Esos amigos que sin pedirlo,
probaron su cariño y lealtad en los momentos más difíciles, en los que tuvieron
que luchar contra sus dudas, su inseguridad, su indisciplina, cuando tuvieron
que cargar el peso de sus errores y de su pasado y hacerles frente, todo por la
firme convicción de seguir adelante.
En lo personal, deseo agradecer de manera especial a
nuestras autoridades educativas y de salud, a nuestros profesores y al personal
administrativo y de servicios porque gracias a ellos, pudieron convertir su
sueño, en realidad presente. Un sueño que parece que apenas comenzó ayer, y que
se muestra hoy, como prueba tangible de
que la constancia y la perseverancia son la clave del éxito.
Hoy pueden mirar hacia atrás y reírse de esas tardes llenas
de angustia, ya sea en el aula de clase o en su campo de prácticas; de las
veces que sus amigos o su familia, los invitaban a salir el fin de semana y no
quedaba más remedio que responder “no puedo, tengo tarea”, de las noches haciendo el protocolo de
investigación. En fin todos esos recuerdos quedarán grabados en sus mentes y no
serán más que un bello estímulo para lo que viene.
Dicen que el día en que el hombre se siente más sólo en toda
su vida, es aquel en que termina sus estudios. Eso, es porque se llega a un
punto en el que el sistema educativo, ha hecho presuntamente todo lo que tenía
que hacer para formarlos como hombres y mujeres de bien. Se supone que están
listos para empezar una nueva vida, y para hacerse cargo de las demandas de la
sociedad que los ha instruido. La pregunta es, ¿en verdad, están listos? Yo me
atrevo a decir que sí. A pesar del miedo y la incertidumbre de ustedes, sí lo
están, y no sólo los respaldan los últimos años de esfuerzo o los documentos
que muy pronto recibirán, sino porque estoy seguro, que estarán dispuestos a
seguir creciendo en una preparación constante. Después de todo también dicen
que el miedo es sólo una oportunidad para convertirnos en valientes, y que el
futuro está oculto detrás de los hombres que lo crean.
Hoy terminan una etapa y comienzan otra. Una nueva etapa
llena de oportunidades, de obstáculos y de aprendizaje. Probablemente les
deparan muchas dificultades más, pero no olviden que aunque el mundo pueda
parecer hoy un lugar confuso y lleno de egoísmo, también hay en él, personas
buenas que luchan por alcanzar ideales nobles, personas que llegarán a sus
vidas para ofrecerles otras oportunidades. No olviden que ustedes fueron
formados para servir, para proteger la vida, la familia, a la sociedad entera y
no para venderse ni mercadear con el conocimiento.
No olviden jamás, que en muchas ocasiones, lo incorrecto
será mucho más fácil que lo correcto, pero ningún precio puede pagar lo que
vale una conciencia tranquila y las convicciones incorruptas, porque a través de los años, eso es lo único
que perdurará. No olviden, que sus conocimientos son las armas para luchar por
una sociedad más justa, más equitativa, más sana. La vida cotidiana no deja de
estar cargada de heroísmo, más aún en una profesión. No olviden, que no por
cuidar de otros, debemos dejar de cuidar de nosotros mismos, recuerden siempre
que uno no puede dar lo que no tiene y que la mejor forma de enseñar y aprender
es a través del ejemplo.
Uno de los mejores consejos que puedo darles es: “Nunca
dejen que nadie les diga que no pueden. Y no se angustien con fantasmas; hay
temores que nacen sólo del cansancio y la soledad. Tampoco se comparen mucho
con los demás, ni para bien, ni para mal, pues finalmente, como bien sabemos,
uno de los principios fundamentales del ser humano, es que todos somos únicos,
diferentes e irrepetibles”.
Les deseo sinceramente mucho éxito en cada uno de sus
proyectos y planes personales, y recuerden que hoy no nos separamos, “solo
vamos a vernos menos; para extrañarnos más”.
Muchas Gracias y que Dios los bendiga a ustedes y a sus proyectos
futuros.
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