viernes, 17 de julio de 2015

MENSAJE 2015

MENSAJE 2015

El sábado 11 de julio del presente año, tuvimos nuestra ceremonia anual de graduación 2015, en la cual se entregaron a la sociedad tecomense y a nuestra Patria, a 110 nuevos egresados de nuestra Institución Educativa, entre Bachilleres, Bachilleres Técnicos y Licenciados en: Enfermería, Derecho, Contaduría Pública y Administración de Empresas Turísticas.

La solemne ceremonia, se llevó a cabo en las instalaciones de la Casa de la Cultura de Tecomán, donde se dieron cita más de 600 personas y muchas más que quedaron fuera del recinto, que resultó insuficiente para albergar a tal número de personas.

Sin embargo, la Ceremonia transcurrió de manera calurosa y con la presencia de honorables autoridades de Educación, Salud en el Estado y con la honrosa presencia del Presidente Municipal de Tecomán, Ing. Héctor Raúl Vázquez Montes.

Bajo la conducción del Prof. Rafael Llerenas Virgen, Subdirector y coordinador del área de ciencias de la salud de nuestro Instituto, se rindieron honores a nuestro lábaro Patrio, se presentaron a las H. Autoridades y se entregaron documentos a los alumnos graduandos, destacando la valiosa colaboración del Lic. Estevan Martínez, quien tuvo a su cargo las intervenciones musicales en base a su saxofón melódico.

El Director General del Instituto, Mtro. en Educación Mario López Barreto, dirigió un emotivo mensaje a todos los alumnos graduandos, el cual se transcribe íntegro:

"Curiosa es nuestra situación como seres en la tierra. Nacemos y no sabemos con qué fin, aunque a veces creemos presentirlo. Ante la vida cotidiana no es necesario reflexionar demasiado: “ESTAMOS PARA SERVIR A LOS DEMÁS” Sobre todo, a aquellos de cuya sonrisa y bienestar depende nuestra felicidad, pero también a tantos desconocidos a cuyo destino nos vincula la simpatía por el hecho de ser seres humanos"

Luis Felipe Zapata

Con el permiso de los miembros de la mesa de honor, voy a dirigirme a todos ustedes, pero en especial a los alumnos miembros de esta nueva generación de bachilleres y licenciados en las diferentes carreras que nuestro Instituto, con la autorización de la Secretaría de Educación en nuestro Estado, pone al servicio de la juventud y de nuestra sociedad.

Estoy seguro, que apenas siendo unos niños, empezaron a forjar sus propias historias de vida, creo que hasta se divirtieron al imaginar su futuro, pero lo que siempre supieron, era que querían llegar alto; y es que si pudieron ver más allá de aquél presente, es porque siempre estuvieron tomados de la mano de gigantes. En ese entonces eran las de sus padres, pero a su paso por la vida, han encontrado muchas más. Hoy, esas manos son las propias que se han extendido hacia esas personas a las que han servido, las de sus maestros, las de sus mejores amigos y compañeros, casi hermanos, a quienes deben reconocer por todo aquello que aportaron para hacer realidad este momento.

Este ha sido un viaje cargado de enseñanzas. Iniciaron sus estudios y se forjaron un plan. Muchos, y a ustedes les consta, no pudieron llegar a este momento, desertaron, tal vez porque descubrieron otros caminos para ubicarse en la vida; otros, tal vez desistieron por sentir la carga pesada, a otros no les agradó el sacrificio, otro más, por haberse adelantado en la partida hacia nuestro creador; me refiero a JONHATAN JASSIEL SANDOVAL GONZÁLEZ, quien nos espera disfrutando la presencia de Dios, donde no habrá más sacrificios ni penas por sufrir.
Ustedes hicieron que hacer lo que siempre se había hecho, pero también hicieron cosas que nadie antes se había atrevido. Desafiaron la tradición apostando por el progreso y la tecnología reinventándose cada día, incluso a ustedes mismos.

Sería imposible encerrar en tan pocas líneas todas las cosas por las que han tenido que pasar, para que las historias de todos ustedes, hoy alcancen un final feliz. Pero este logro no es únicamente propio, aprovechando que muchos de los asistentes a esta ceremonia tan especial, tienen cierta injerencia en ello, es preciso que ustedes les hagan saber cuán agradecidos están con ellos por las razones que ustedes saben y que son dignas de reconocer públicamente.

Agradezcan a Dios, antes que a nadie, por la vida y la oportunidad de forjarla, a sus maestros, porque de cada uno se llevan algo. Con algunos aprendieron a pesar de ellos y de ustedes mismos, sin duda los obligaron a ser fuertes y a sortear magistralmente las adversidades. Otros; más que sólo maestros, fueron verdaderos padres y guías y con su ejemplo fueron inspiración, son amigos que más allá de su labor docente les enseñaron a vivir.

Den gracias a sus familias por su apoyo, su amor y  paciencia; gracias a sus padres por su aliento y desaliento, por su tiempo invertido, pero sobre todo por sus sacrificios. Gracias por perdonar sus ausencias, por su espera sin preguntas, por su comprensión ante su indudable malhumor y fatiga crónica, por permitirles esos períodos de sueño prolongados después de una semana difícil. Estoy seguro que ahora, ellos se sentirán orgullosos de ustedes.

Den gracias a sus amigos. Esos amigos que sin pedirlo, probaron su cariño y lealtad en los momentos más difíciles, en los que tuvieron que luchar contra sus dudas, su inseguridad, su indisciplina, cuando tuvieron que cargar el peso de sus errores y de su pasado y hacerles frente, todo por la firme convicción de seguir adelante.

En lo personal, deseo agradecer de manera especial a nuestras autoridades educativas y de salud, a nuestros profesores y al personal administrativo y de servicios porque gracias a ellos, pudieron convertir su sueño, en realidad presente. Un sueño que parece que apenas comenzó ayer, y que se  muestra hoy, como prueba tangible de que la constancia y la perseverancia son la clave del éxito.

Hoy pueden mirar hacia atrás y reírse de esas tardes llenas de angustia, ya sea en el aula de clase o en su campo de prácticas; de las veces que sus amigos o su familia, los invitaban a salir el fin de semana y no quedaba más remedio que responder “no puedo, tengo tarea”, de las  noches haciendo el protocolo de investigación. En fin todos esos recuerdos quedarán grabados en sus mentes y no serán más que un bello estímulo para lo que viene.

Dicen que el día en que el hombre se siente más sólo en toda su vida, es aquel en que termina sus estudios. Eso, es porque se llega a un punto en el que el sistema educativo, ha hecho presuntamente todo lo que tenía que hacer para formarlos como hombres y mujeres de bien. Se supone que están listos para empezar una nueva vida, y para hacerse cargo de las demandas de la sociedad que los ha instruido. La pregunta es, ¿en verdad, están listos? Yo me atrevo a decir que sí. A pesar del miedo y la incertidumbre de ustedes, sí lo están, y no sólo los respaldan los últimos años de esfuerzo o los documentos que muy pronto recibirán, sino porque estoy seguro, que estarán dispuestos a seguir creciendo en una preparación constante. Después de todo también dicen que el miedo es sólo una oportunidad para convertirnos en valientes, y que el futuro está oculto detrás de los hombres que lo crean.

Hoy terminan una etapa y comienzan otra. Una nueva etapa llena de oportunidades, de obstáculos y de aprendizaje. Probablemente les deparan muchas dificultades más, pero no olviden que aunque el mundo pueda parecer hoy un lugar confuso y lleno de egoísmo, también hay en él, personas buenas que luchan por alcanzar ideales nobles, personas que llegarán a sus vidas para ofrecerles otras oportunidades. No olviden que ustedes fueron formados para servir, para proteger la vida, la familia, a la sociedad entera y no para venderse ni mercadear con el conocimiento.

No olviden jamás, que en muchas ocasiones, lo incorrecto será mucho más fácil que lo correcto, pero ningún precio puede pagar lo que vale una conciencia tranquila y las convicciones incorruptas,  porque a través de los años, eso es lo único que perdurará. No olviden, que sus conocimientos son las armas para luchar por una sociedad más justa, más equitativa, más sana. La vida cotidiana no deja de estar cargada de heroísmo, más aún en una profesión. No olviden, que no por cuidar de otros, debemos dejar de cuidar de nosotros mismos, recuerden siempre que uno no puede dar lo que no tiene y que la mejor forma de enseñar y aprender es a través del ejemplo.

Uno de los mejores consejos que puedo darles es: “Nunca dejen que nadie les diga que no pueden. Y no se angustien con fantasmas; hay temores que nacen sólo del cansancio y la soledad. Tampoco se comparen mucho con los demás, ni para bien, ni para mal, pues finalmente, como bien sabemos, uno de los principios fundamentales del ser humano, es que todos somos únicos, diferentes e irrepetibles”.

Les deseo sinceramente mucho éxito en cada uno de sus proyectos y planes personales, y recuerden que hoy no nos separamos, “solo vamos a vernos menos; para extrañarnos más”.


Muchas Gracias y que Dios los bendiga a ustedes y a sus proyectos futuros.

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